Pero, ¿cómo funcionan estos sensores RTD PT100? El metal especial que se utiliza es el platino. El platino tiene una buena sensibilidad a la temperatura. A medida que cambia la temperatura alrededor del sensor, también lo hace la resistencia: cuánto resiste un metal determinado a la conducción eléctrica. Podemos superar este cambio de resistencia, lo que significa que podemos saber la temperatura. Los sensores RTD PT100 tienen una precisión extremadamente alta, por lo que debido a su excelente rendimiento se utilizan ampliamente en varias industrias, especialmente donde la medición de la temperatura es muy crucial.
En las industrias de alta tecnología, como la producción de alimentos, la fabricación de medicamentos o el procesamiento de productos químicos, es fundamental mantener un determinado nivel de temperatura. Imaginemos que se trata de una fábrica de alimentos en la que es necesario tomar algunas precauciones para mantenerlos seguros, sanos y frescos. Los alimentos pueden echarse a perder debido a las altas temperaturas y a un entorno ideal para el crecimiento de bacterias, lo que los hace no aptos para el consumo. Pero mantener los alimentos a una temperatura lo suficientemente baja durante demasiado tiempo también puede comprometer la seguridad. ¡Y esa es también una de las razones por las que los controles de temperatura son tan importantes!
Los sistemas de control de temperatura están diseñados para mantener una temperatura constante en un área. Ayudan a equilibrar el ambiente para que sea perfecto. Aquí es donde los sensores RTD PT100 resuelven el problema. Miden y detectan la temperatura presente en un ambiente y están conectados al sistema de control. El sistema puede encender un dispositivo de enfriamiento para reducir la temperatura si se vuelve excesiva. Cuando la temperatura baja demasiado, puede encender un calentador para calentar las cosas nuevamente. Los sensores RTD PT100 han brindado la capacidad de preservar nuestros alimentos y medicamentos de fluctuaciones peligrosas en su temperatura.
Cuando tenga que tomarse la temperatura con un termómetro, se dará cuenta de que no siempre es fácil obtener una medición precisa. Medir la temperatura de máquinas o equipos es mucho más difícil. Pero para muchos trabajos e industrias, la diferencia entre un grado correcto y uno incorrecto puede cambiarlo todo. Aquí es donde entran en juego los sensores RTD PT100.
Los sensores RTD PT100 se utilizan para medir la temperatura con gran proximidad. Son muy sensibles a las variaciones de temperatura, ya que están hechos de platino, que tiene una baja resistencia, por lo que pueden detectar cambios minúsculos de temperatura que otros sensores no pueden detectar. La medición precisa de la temperatura es fundamental en la industria del gas y el petróleo, ya que pequeñas variaciones de temperatura pueden causar problemas mayores que incluso pueden dar lugar a una situación peligrosa.
En una planta de fabricación, por ejemplo, la temperatura adecuada puede evitar errores en la producción. Sin embargo, no establecer la temperatura correcta para los distintos procesos puede dar lugar a errores que consumen mucho tiempo y recursos. De este modo, cuando los sensores RTD PT100 detectan la temperatura monitorizada en tiempo real, el sistema puede adaptarse instantáneamente para evitar que sea demasiado alta o demasiado baja. Esto no solo aumenta la eficiencia de las máquinas, sino que también prolonga su vida útil. En cuanto al mantenimiento, cuando las máquinas duran más, se reducen los costes de mantenimiento y la necesidad de reparaciones.
En resumen, los sensores de temperatura RTD PT100 tienen una alta precisión, lo que los hace ideales para una serie de industrias en las que es necesaria una medición precisa de la temperatura. Desempeñan un papel fundamental en los sistemas de control de temperatura y ayudan a reducir el desperdicio, lo que aumenta la eficiencia y evita daños en el equipo. Esta capacidad de controlar la temperatura con precisión los convierte en la opción perfecta para una variedad de industrias diferentes, como la del petróleo y el gas, la producción de alimentos, la farmacéutica, etc.